El Hobbit, de J.R.R. Tolkien

El Hobbit es una novela fantástica escrita por Tolkien alrededor de 1930, que sería  el preludio de  El señor de los anillos y Silmarillion.

Cuando se propuso en el club de lectura Babel este libro, fue en el curso 2014-2015, pensé que  no encajaría con mis lecturas habituales, pero una vez que lo leí, que  incluso lo llegué  a hacer dos veces, me dejó maravillada. Este libro se lee con facilidad, con gusto. Resulta encantador a la vez que entretenido y no debemos de olvidar que la obra tiene casi unel-hobbit-j-r-r-tolkien-minotauro siglo y nos sigue asombrando.

Nos adentramos en la Tierra Media y su infinidad de personajes.

Bilbo Bolsón es un  hobbit: no mide más de metro y medio, vive pacíficamente en la Comarca, y su máxima aspiración es disfrutar de los placeres sencillos de la vida (comer bien, pasear y charlar con los amigos).  Pero una  mañana, Bilbo recibe la inesperada visita del mago  Gandalf y una pandilla de trece enanos que cambiarán su vida. Con ellos y  la ayuda de un mapa misterioso, el hobbit partirá hacia la Montaña Solitaria a fin de rescatar el valioso tesoro custodiado por Smaug el Dorado, un enorme dragón. Para eso tendrán que superar muchísimos peligros y toda clase de aventuras que Bilbo jamás hubiera podido ni imaginar. En medio de todas estas aventuras Bilbo encuentra un anillo que más tarde  tendrá su continuación en la obra “El señor de los anillos”.

La  novela busca transmitir un mensaje de tolerancia y humildad. Resulta interesante comprobar los cambios que experimentan los personajes a lo largo de sus páginas. Al principio, Bilbo Bolsón resulta irritable por sus constantes quejas. Sin embargo, conforme se suceden los peligros experimenta una transformación en su actitud, exhibiendo una gran inteligencia para sortearlos, así como cierta picardía. Es decir, el personaje madura obligado por las circunstancias y acaba demostrando al lector que, a pesar de su reducido tamaño, poseen el corazón más grande y el espíritu más noble.

Hay que destacar el toque de humor que nos proporcionan los enanos y  la discusión de los trolls. Sin embargo, si hay un fragmento que merece ser destacado, es el juego de las adivinanzas con Golum, el más terrorífico  de todo el libro.

Y después de leer esta historia os invito a ver las películas del universo Tolkien. 


Rosa Núñez , miembro del club de lectura BABEL